Muerte materna pone en tela de juicio el sistema de salud en Datem del Marañón
Indígenas exigen atención intercultural para evitar más decesos
Edtih Ankuash Tiriets, de 20 años de edad y perteneciente al pueblo wampis, no asistió al centro de salud a dar a luz y, tras tras cinco días de malestares post parto, tuvo que ser atendida en el barco del PIAS Morona y derivada a la ciudad de Iquitos, donde los médicos no pudieron evitar su fallecimiento.
Ankuash Tiriets, era natural de la comunidad de Bagazán, distrito de Morona, provincia Datem del Marañón. La historia inicia el 18 de marzo, día en que Edith dio a luz a su bebé en su humilde casa. Después del parto, la joven indígena tuvo complicaciones con su salud, sangraba de sus partes íntimas y se retorcía por los fuertes dolores abdominales. Según los médicos, esto se debía a una infección por la retención de restos de placenta y membranas.
Recién el 22 de marzo es que la madre decide acudir a la Plataforma Itinerante de Acción Social PIAS “Río Morona” Bagazán, donde le brindaron asistencia obstétrica, y luego de la evaluación física y ecográfica, identificaron abundante cantidad de restos placentarios. La paciente fue trasladada a San Lorenzo y posteriormente al Hospital Regional en Iquitos.
Luego de ser internada, al cabo de unas horas, Edith pasó a ser parte de la estadística de muertes maternas. Confirmándose su fallecimiento el 26 de marzo.
El hecho causó conmoción en la provincia multicultural de Datem del Marañón, pues los trabajadores de salud y la población en general ya habían advertido a los medios locales que el Estado no venía cumpliendo con desarrollar las políticas de atención intercultural que amerita la zona.
De este modo -argumentan- muchos pacientes indígenas desconocen o temen acudir al centro de salud, hecho que los expone a enfermedades que pueden terminar en la muerte.