“Carritos de proyecto aguaje no se regaló a las vendedoras”
Exjefe de ARA, Tony Mori
El año 2019 la gestión del exgobernador regional de Loreto, Elisban Ochoa decidió impulsar el proyecto aguaje a cargo de la entonces Autoridad Regional Ambiental (ARA) hoy Gerencia Regional del Ambiente. Ello debido a que Loreto cuenta con 5 millones de hectáreas de aguajales que además de promover su conservación generan beneficios económicos. El proyecto inicial fue modificado para beneficiar a las aguajeras a quienes se les entregó un carrito para venta en sesión de uso, no se les regaló.
Esta versión fue brindada a LVSNoticias por el exjefe de la ARA, Tony Mori quien aclaró sobre este proyecto, sobre el cual han empezado a darse una serie conjeturas que el exfuncionario tuvo a bien explicar.
Según Mori, el proyecto aguaje no contempló en un inicio a las aguajeras, el objetivo inicial era formalizar el aprovechamiento de aguaje en forma legal, trasladar el fruto limpio en forma primario a Iquitos y luego hasta la planta de procesamiento primario en la comunidad 20 de Enero, para producir aceite u otros derivados.
El exfuncionario dio cuenta que se contempló la fabricación de 90 carritos de acero inoxidable. Debido al costo de cada estructura, en 4 mil soles aproximadamente, que superaba el valor de 1 UIT, no podía entregarse en forma individual, por lo que se requirió que las aguajeras se asociaran.
Tras la creación de asociaciones en las provincias de Requena, Loreto-Nauta y Maynas, jurisdicciones de donde además se toma la materia prima, en 20 comunidades ubicadas en las cuencas del Pastaza, Napo y Marañón, las aguajeras recibieron estos bienes en sesión de uso, no se les regaló por ser un bien del Estado”, precisó Mori.
Algunos carros fueron revertidos porque no se usaba para la venta, lo guardaban o los modificaban, faltando al compromiso. Mori explicó que los carritos eran supervisados, en algunos casos se les llamaba la atención y en casos se les pedía que devolvieran.
Mori señaló que este proyecto consolidó a aquellas mujeres que durante casi toda su vida se han dedicado la venta de este fruto regional, ingresos con los que han formado a sus hijos y en algunos casos han continuado la labor de sus padres.
